Todo comenzó cuando el sacerdote Dámaso Antonio Larrañaga envió una carta al Cabildo de Montevideo en 1815, el 4 de agosto, proponiendo sustituir con buenos libros la falta de maestros e instituciones.
En esta nota plantea la necesidad de crear una biblioteca pública a la que pudieran acudir los jóvenes y todos aquellos deseosos de acceder al saber.
José Artigas respaldó la iniciativa mediante otra nota al Cabildo, el 12 de agosto, pidiendo que se procediera a crear la biblioteca pública. La misma fue instalada en los altos del fuerte de Montevideo, donde hoy se encuentra la Plaza Zabala, con aportes del presbítero José Manuel Pérez Castellano, José Raimundo Guerra, los Padres Franciscanos y Dámaso Antonio Larrañaga.
La llamada Biblioteca Pública, fue inaugurada el 26 de mayo de 1816. Por resolución dada por Artigas el 30 de mayo de 1816, el Ejército de la Patria usó por santo y seña la frase: ''Sean los orientales tan ilustrados como valientes''.
En el año 1926 el Estado adquirió el predio donde se edificó la actual Biblioteca Nacional, inaugurada oficialmente en 1964.
Los objetivos de la Biblioteca Nacional de Uruguay son recopilar, conservar, procesar, y desarrollar, el patrimonio bibliográfico y documental nacional.
En la única institución de la época libertadora que se mantiene en pie hasta el día de hoy. Alberga un millón de volúmenes.
En Uruguay, el 26 de mayo es el Día del Libro, conmemorándose junto con el aniversario de la fundación de la Biblioteca Nacional.
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